Freír la cebolla con el aceite hasta que estén transparentes; añadir el ají en polvo. Dejar enfriar.
En un bol grande, preparar los ingredientes secos.
En un bol mediano batir la mantequilla y las yemas hasta que esté cremoso. Añadir a la harina y mezclar hasta que esté punto arena. Agregar la leche y mezclar hasta tener una masa homogénea.
En un bol mediano batir las claras a punto nieve. Sacar la mitad de las claras y ponerlas en la masa. Con las manos mezclamos las claras en la masa, tratando de romper mucho las claras. La masa queda pegajosa.
Ahora que la cebolla está fría, añadir el queso y mezclar bien. Añadir la otra mitad de claras batidas y mezclar con una cuchara.
Cortar 3 pedazos de papel manteca y engrasarlos. Dividir la masa en 3 porciones iguales. Con las manos engrasadas, estirar la masa sobre el papel, en forma de un rectángulo. Dividir el queso en 3 porciones y poner en el medio de cada rectángulo.
Usando el papel, llevar un cuarto de la masa hacia el centro del rectángulo. Hacer lo mismo con el otro lado. Alzar el rollo con el papel y ponerlo en una bandeja para horno. Hacer lo mismo con el resto del pan.
Hornear por unos 40 minutos a 190°C / 375°F. Sacar del horno y esperar unos 10 minutos antes de cortar.